El 10 de diciembre de 2022 un pequeño belén navideño preparado por el Grupo Alpino Javalambre contemplaba Teruel por primera vez desde una cuevecilla en lo alto, más allá de de la ronda Perimetral de Barrios y por encima del Parque de las Arcillas, cuya original belleza ya inspirase a José Antonio Labordeta. El club se sumó así, en su primer año de actividad tras el parón impuesto por la pandemia, a una tradición arraigada en otros grupos de montaña que el nuestro nunca había organizado en sus 36 años de historia, la instalación de un belén montañero.
La zona de las Arcillas y los Mansuetos es un clásico para deportistas y exploradores de proximidad, con excelentes vistas. Está surcada por una red de senderos radiales y transversales, algunos acondicionados para el paseo, que conectan la periferia urbana con el camino de Santa Bárbara y, más arriba, con la corona de montículos que vemos desde la ciudad al noreste, entre el cerro de Santa Bárbara (1032 m) y el vértice del Mansueto (1152 m). La gruta del belén se encuentra a 1040 metros de altitud en la primera de estas lomas, la más cercana a Santa Bárbara.
Para representar el portal aprovechamos una cavidad excavada en la roca durante la guerra civil. Las lomas de los Mansuetos, junto con las del cementerio, albergaban las posiciones defensivas más próximas a la ciudad, que dominan y protegen como un acorazado, según escribiese Hemingway cuando anduvo por ellas en diciembre de 1937.
El nacimiento estaba formando el primer año por las cinco piezas tradicionales, talladas en madera de chopo excepto la virgen María que es de nogal. En 2023 se ha ampliado con las tallas de los tres reyes magos, también en chopo. Completa el conjunto el logotipo del GAJ reproducido en forja y anclado a una roca, y la decoración con estrellas de papiroflexia, hojas de acebo y pinocha, que resaltan las figuras y cubren el suelo ocre de yeso con un suave toque de color.
Las tallas de madera, de 40 cm de longitud, han sido creadas de manera artesanal y desinteresada por Antonio de S. Garza, y el logotipo en forja por José Manuel Plumed, ambos socios del club.
El día de la inauguración de la primera edición en 2022 resultó ser uno de los más lluviosos de la temporada, pero un nutrido grupo de valientes asistió a su apertura, y ahí estuvo durante todas las navidades para disfrute y aliciente de todo el que quiso visitarlo con cualquier climatología, una o más veces, solo o en compañía de familiares o amigos.
Esperamos continuar con la tradición durante los próximos años. Al margen de la motivación o creencias personales, un antiguo refugio para la guerra se convierte cada final de año en un portal, una transformación cargada de simbolismo en los tiempos que corren. El panorama que se abre a sus pies invita también a quien suba hasta allí a detenerse y reflexionar, contemplando la ciudad de Teruel bellamente enmarcada mientras se recupera el aliento. Que tengáis un feliz y MONTAÑERO AÑO 2024.
FOTOS: Nacho Latasa, Luz Guillén, Pedro Gracia, Julio Torres