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LA PARED


Con una orientación muy Norte, la pared de roca-barro y algunos paños de caliza medio buena se esconde, elevada sobre la ribera del río, formando un pequeño rincón, como no queriendo ser protagonista a ojos de los caminantes.

Aparecen ante nosotros diedros, fisuras, placas, techos… Sólo hay un problema: la materia prima deja muy pocas opciones, extraer oro del carbón, crear donde parece que no existe. Aunque siempre están ahí.

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APROXIMACIÓN


Acceder por la carretera asfaltada desde San Blas hasta la zona de la presa. Tras descender por la larga tirada de escaleras al fondo del cañón, donde se encuentra el sector Promesas, seguir río abajo el Camino Natural hacia San Blas.

Cruzar un puente y, justo antes de cruzar el segundo puente, nos desviamos a la derecha buscando una travesía por la pared donde nos ayudará un pasamanos, hasta encontrar la senda que en progresivo ascenso por la ladera nos acerca a la base de la pared. 

Tiempo de aproximación: 15 minutos.

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VÍAS


Compaginan la búsqueda de la mejor roca y las líneas más evidentes. Era difícil conseguirlo, pero con imaginación y sobre todo mucho trabajo de limpieza y saneamiento, se hizo escalable y seguro algo que no lo parecía. El resultado son 4 vías donde podremos pasar media jornada de agradable escalada, ideales para las tardes de verano.

Una de ellas, Los Quintos de Nacho, recorre toda la pared hasta su fin. Son dos bonitos largos V+ de 20 m. con un poco de todo: fisuras, diedros, placas, etc., que nos brindan la posibilidad de salir escalando de la pared y regresar caminando en 10 minutos a la presa del embalse, donde habremos aparcado el coche.

El resto de las vías son de un largo y nos harán escalar de lo lindo sin regalar nada.

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