| Itinerario | Distancia | Ascensión acumulada | Nivel (1-3) | Fecha |
|---|---|---|---|---|
| CIRCULAR | 12 Km | 260 m | 1 | 12/06/2022 |
Del altiplano a la Piedra del Peruano
Pozondón se encuentra a 40 minutos de Teruel en la carretera que une Santa Eulalia del Campo y Bronchales, y a 1400 m de altitud sobre el altiplano lindante con Guadalajara que separa las cuencas de los ríos Gallo y Jiloca, entre las sierras de Albarracín y Menera. Sus calles, niveladas y espaciosas con paredes encaladas, enrejados de forja y buenos muros de mampostería, se levantan en la llanura alrededor de una torre campanario de planta cuadrangular. El torreón está adosado a la iglesia parroquial de Santa Catalina, aunque su característica silueta almenada evoca una función defensiva en otros tiempos.
El paisaje estepario que rodea el pueblo parece monótono a primera vista, pero esconde a poca distancia parajes de gran interés natural e histórico. En esta ruta visitamos los situados en el barranco Cardoso y sus alrededores, dejando para otra ocasión las grandes dolinas de Los Hoyones, entre las que destaca la del Alto de la Casilla, la panorámica ermita de los Santos de la Piedra, que domina varios términos, o la monumental Sabina del Rincón.
GRABADOS RUPESTRES
Las figuras rupestres del Puntal del Tío Garrillas representan un grupo de esquemáticos jinetes en carrera con los brazos en alto, uno de ellos enmarcado por un rectángulo.
Se trata de bajorrelieves grabados por percusión en la arenisca y se creen correspondientes a un momento tardío de la Edad del Bronce o quizá ya a la época ibérica. En las inmediaciones del barranco Cardoso pueden encontrarse otros petroglifos de origen todavía menos conocido, tal vez símbolos de antiguos pastores.
LA PIEDRA DEL PERUANO
Es un relieve policromado de 6 metros de altura tallado en roca con estilo precolombino por el artista gráfico Mauro Mistiano, natural de Arequipa e hijo politico de Pozondón que ya no reside en el pueblo. Representa a escala gigantesca un tumi, cuchillo ceremonial andino con su empuñadura decorada con la figura de una divinidad inca de brazos extendidos. Es una bella muestra de integración del arte en la naturaleza, que sorprende por su transculturalidad, su tamaño y su emplazamiento en un abrigo de rodeno que parece un altar.
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CASTILLO DE LOS ARES
Fue una fortaleza medieval avanzada del señorío independiente de Albarracín frente al reino de Aragón en el siglo XII, reducida hoy a unas ruinas en peligro de desaparición. Se conservan parte de las torres cuadradas y muros frontales con la base del arco de entrada y alguna saetera, una esbelta atalaya de vigilancia semicircular en el recinto superior de la plataforma rocosa y un aljibe.
Algo más arriba se encuentran los restos del poblado ibérico, pero por no alargar la ruta descendemos hacia el barranco para llegar enseguida a la gran figura en relieve de la Piedra del Peruano. Poco más abajo encontramos un camino de acceso, apto para vehículos, que seguimos entre choperas para dejarlo al desembocar en la rambla de Almohaja, por donde saldremos al camino de Almohaja a Pozondón.
Iniciamos aquí el regreso, desviándonos poco después por una senda que nos sitúa en un nuevo balcón rocoso con inscripciones de dudoso significado, antes de salir al castillo de los Ares por su parte posterior. Tras visitar las ruinas, seguimos camino a Pozondón, atajando campo a través por un pequeño espolón que remonta de nuevo hasta la vasta planicie calcárea.
Entre los servicios con que cuenta actualmente el pueblo, con una población permanente de alrededor de 50 habitantes, se encuentra el bar, que ofrece también un menú casero.
FOTOS: Luz Guillén, Julio Torres