| Itinerario | Distancia | Ascensión acumulada | Nivel (1-3) | Fecha |
|---|---|---|---|---|
| CIRCULAR | 11,5 Km | 525 m | 2 | 27/11/2022 |
Sierra de las Coronillas
El término municipal de Teruel tiene la suerte de contar con diferentes espacios naturales muy cercanos a la ciudad y dignos de ser conocidos. Uno de ellos es la sierra de las Coronillas, prolongación hacia el norte de Javalambre que se extiende entre Camarena y el puerto Escandón.
Entre los materiales que la forman predominan las rocas calcáreas, arcillas y yesos. La linea de cumbres, divisoria entre los términos de La Puebla de Valverde y Aldehuela, pedanía de Teruel, dibuja un relieve compacto de domos blanquecinos en el horizonte visible hacia el sur desde la capital.
En contraste con la escasez de vegetación en las lomas, un denso islote verde surcado por varios barrancos y rodeado por zonas de matorral y cultivo, se extiende entre ellas y Aldehuela. Su diversidad botánica es enorme: encontramos un bosque mixto que combina sabinas, enebros, encinas y robles con el pino laricio y algún pino silvestre, más abundantes a medida que ganamos altitud. Existen pequeños afloramientos más antiguos de areniscas rojas, que producen manchas de vegetación propia de terrenos silíceos como el pino rodeno o la jara.
En este itinerario circular, proponemos ascender hasta el vértice Coronillas (1462 m) desde la misma plaza de Aldehuela, combinando la visita a varios vestigios de la guerra civil, el merendero de la Hortaleza, dos ermitas bien conservadas y la sima del Ruidor, habitada en la edad del Bronce, un recorrido con notable variedad de paisaje y elementos de interés en poco más de 11 kilómetros de longitud.
Aldehuela
Los principales monumentos de Aldehuela son la iglesia barroca del siglo XVII, dedicada como una de sus ermitas al patrón San Miguel, el edificio del ayuntamiento con su lonja de dos arcos, y la fuente con aires neodóricos.
La pequeña aldea cuenta con cuatro ermitas, cuya ubicación recuerda una copla popular, al igual que ocurre en la vecina Cubla. En este caso: “ San Miguel en el monte, Santo Cristo en un puntal, Santa Bárbara en las eras y San Roque junto al lugar“. Nuestra ruta pasa en su tramo final por las dos primeras: San Miguel (arriba) y Santo Cristo muy cerca ya de la llegada (foto grande superior).
La fuente tiene forma de templete y está datada en 1724, según consta en el frontispicio que soportan dos columnas, por delante de sendas pilastras adosadas al muro de sillería que se prolonga a lo largo del abrevadero.
VESTIGIOS BÉLICOS
Las Coronillas, casi desprovistas de arbolado en la parte alta, fueron un enclave estratégico en la guerra civil por la amplitud del panorama en cualquier dirección. Junto al propio mojón geodésico se conservan los restos de importantes fortificaciones, usadas como observatorio y puesto de mando por las tropas gubernamentales.
Pocos metros más abajo, en la cota 1440 de la ladera suroeste, se halla bajo una pequeña sabina el monolito dedicado al bilbaíno Carlos de Haya, cualificado e innovador piloto de aviación antes y durante la guerra civil. Al iniciarse la contienda, se unió a la sublevación contra la República como uno de los líderes de la aviación franquista, al frente de una escuadrilla de bombarderos.
Fuente de la Hortaleza (Km 7)
La Hortaleza es un paraje bien conocido por muchos turolenses que se encuentra en una sombreada hondonada, a 3,5 km del pueblo por el camino que parte de la ermita de San Roque. Cuenta con un pequeño refugio que contiene dos barbacoas y un habitáculo para comer, así como mesas de madera al aire libre.
Sima del Ruidor (Km 8)
La sima del Ruidor es un complejo sistema de cavidades subterráneas de más de un centenar de metros de longitud, abierto en las calizas jurásicas de la cabecera del barranco que le da nombre, unos 6 Km al sureste de Aldehuela.
Tras su localización por el Grupo de Exploraciones Subterráneas Turolenses en 1981, fue investigada superficialmente, y luego excavada en 1986. Este lugar sirvió de asentamiento a pequeños grupos humanos, tal vez en diferentes momentos, durante la edad del Bronce Medio-Tardío (entre 12 y 15 siglos antes de Cristo).
Aquí se encontraron fragmentos de cerámica, pequeñas herramientas de piedra y metal, semillas de cereal carbonizadas, restos de habitáculos interiores de madera, y huesos humanos y de animales domésticos.
El acceso actual a las galerías subterráneas es una grieta angosta entre dos grandes rocas, que requiere un rápel de tres metros para adentrarse en una oscura antesala. Esta boca vertical queda oculta y ligeramente elevada a la derecha del sendero.
Poco antes, la senda cruza unos abrigos con altas paredes y masivos desprendimientos rocosos que, según se cree, bloquearon una entrada primitiva a las cavernas mucho más amplia, preservando así los restos arqueológicos.
Partimos hacia el este junto a la fuente de Aldehuela, descendiendo entre corrales y huertos para cruzar el barranco del Ruidor. Por terreno arcilloso y después un camino casi perdido entre el matorral y las primeras carrascas, entramos en el eje del barranco de la Cañada de Marzo.
Remontando todo su curso llegaríamos al pico Coronillas, pero resulta menos monótono abandonarlo por una pequeña vaguada a nuestra derecha para subir al camino que desde la Hortaleza recorre la base de los cerros.
Sin seguir el camino, buscamos los primeros claros en el pinar, con pendiente moderada, que aprovechamos para ascender por las bravas. Cruzaremos antes de llegar arriba una línea de trinchera y salvaremos finalmente un par de escalones rocosos que nos hacen rodear a la izquierda y apoyar un poco las manos.
Siguiendo el cordal y evitando en flanqueo por el norte una cota secundaria muy pedregosa, avistamos ya el vértice geodésico (1462 m).
A partir del vértice, una pista de la guerra continúa por la divisoria hacia el sur. Para localizar el monolito del capitán Haya debemos abandonarla momentáneamente por la derecha, nada más iniciar el descenso, y perder una veintena de metros de altitud.
De regreso al camino y tras atravesar la cabecera del barranco de la Buitrera, unos hitos nos indican, también por la derecha, el comienzo de la senda de bajada a la Hortaleza. Esta traza una curva pronunciada, por lo que nuestra ruta la abandona y busca de nuevo una línea directa y factible, en este caso por una torrentera con vegetación abierta.
Así evitamos recorrer de ida y vuelta el camino entre la Hortaleza y el Ruidor. La fuente y la sima distan entre sí poco menos de un kilómetro, por un bonito sendero que discurre entre 50 y 100 metros por encima de la pista que viene de Aldehuela.
Tras visitar la sima, bajamos con cuidado al fondo del barranco del Ruidor, que seguimos hasta que cruza la pista principal junto al desvío a la ermita de San Miguel, por donde continuamos en ligera ascensión. Por detrás de la ermita, una senda con afloramientos de rodeno nos devuelve al barranco del Ruidor, justo en su confluencia con el de la Buitrera.
Cruzaremos el barranco para elevarnos por una senda que gana altura suavemente en su vertiente izquierda y ofrece vistas lejanas cada vez mejores, que abarcan desde San Ginés hasta Peña Palomera. Con Aldehuela a la vista, se alza a la izquierda la ermita de Santo Cristo en su puntal, que si queremos podemos ascender fuera de senda para terminar llegando al pueblo por un cómodo camino.
- El itinerario evita en lo posible los caminos, con el fin de enlazar circularmente varios elementos de interés que también podrían visitarse de forma independiente en varias rutas más sencillas de ida y vuelta.
- El tramo desde la salida del pueblo a la Cañada de Marzo, la subida a las Coronillas, el atajo de bajada a la Hortaleza y el descenso desde la sima al barranco del Ruidor son los sectores más confusos, donde resulta más conveniente consultar el track.
- No intentar adentrarse en la gruta sin el material y los conocimientos precisos.
- La bajada desde la sima del Ruidor al fondo del barranco es corta, pero con piedra menuda y propensa a resbalones en su parte alta.
- Este recorrido enmarca prácticamente la zona con mayor densidad forestal al pie de las Coronillas. En su interior hay otros caminos y senderos que también merece la pena explorar, por ejemplo el que lleva desde la ermita de San Miguel hasta cerca de la Hortaleza, evitando en gran parte la pista.
FOTOS: Luz Guillén, Jesús Montón, Julio Torres