| Itinerario | Distancia | Ascensión acumulada | Nivel (1-3) | Fecha |
|---|---|---|---|---|
| CIRCULAR | 16 Km | 575 m | 2 | 13/11/2022 |
Peña la Cruz o Peña Botadera (1.535 m)
Aunque hay otras excursiones para adentrarse en el laberinto del rodeno, Peña la Cruz es el mejor mirador del conjunto del paisaje, debido a su situación, relativa altitud (1.535 m), y al hecho de estar rematada por un inconfundible cabezo rocoso acondiconado para su ascensión.
La cima es el punto culminante de una loma visible desde Teruel con orientación norte-sur y pendiente asimétrica, más suave por el norte que por el sur. Su flanco más abrupto es, sin embargo, el oriental, bajo que el que discurre la principal vía forestal de la zona, entre el collado de las Tabernillas y el centro de interpretación del rodeno en el paraje de Dornaque.
Por esta pista puede accederse en vehículo hasta un aparcamiento habilitado en la base del peñasco, pero nuestra propuesta es hacerlo a pie desde Bezas. Evitaremos al máximo las pistas por un terreno sin mayor dificultad que la orientación, para enlazar el ascenso a Peña la Cruz y el regreso por la laguna de Bezas, dos de los enclaves más destacados de la zona.
Desde la peña no se ve la laguna, oculta por dos o tres alineaciones de cerros que cubre un denso bosque de pinos (foto superior), tan solo se adivina el extremo de la llanura donde asienta. Más a lo lejos se reconocen los llanos de Caudé, con su estacionamiento de aviones, y las paredes arcillosas del barranco de Barrachina.
Hacia el noroeste, divisamos de izquierda a derecha el pueblo de Saldón, al pie de una colina, y la amplia meseta del cerro Cruz de Montoyo, punto más elevado del territorio del rodeno. Ya en dirección a Albarracín, destacan los grandes balcones rojizos de Peña Escopeta y el Mirador del Puerto y, frente a ellos, la silueta triangular vista de perfil de Sierra Carbonera, que oculta la vega de Gea. En dirección oeste (foto de la derecha), sobresale al fondo la sierra de Javalón.
Ampliar vista noroeste : de Saldón a Peña Carbonera
El nombre actual de la peña hace referencia a la cruz de hormigón erigida en la cima en recuerdo del batallón 136 Bailén del ejército sublevado en la guerra civil. Tradicionalmente era conocida como Peña Botadera, denominación que algunos prefieren por carecer de connotaciones. El hecho es que este observatorio privilegiado fue testigo de fuertes combates cercanos y lejanos durante aquella contienda, como atestiguan el puesto de mando recuperado para la visita y numerosas fortificaciones, ya desdibujadas por el tiempo, que aprovechaban las rocas como parapetos.
Laguna de Bezas
La laguna de Bezas, también llamada de los Infantes, es una agradable sorpresa situada en una dehesa que circundan pinos, sabinas albar y enebros. Incluida en el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno desde su ampliación en 2007, constituye el ecosistema lacustre de mayor superficie e interés ecológico en la sierra de Albarracín.
Como la cercana balsa del Pinar en Rubiales, se trata de humedales serranos con marcadas oscilaciones que reflejan las condiciones climáticas del entorno, auténticos pluviómétros naturales.
En la de Bezas, que hasta el momento nunca ha llegado a desecarse, encuentran refugio anfibios y aves acuáticas. En sus aguas y su entorno crecen plantas ordenadas concéntricamente según sus requerimientos hídricos. Polygonum amphibium es la responsable del colorido rosado de la superficie en primavera.
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Pino rodeno o resinero
El sustrato que propocionan contiene bastantes nutrientes para las necesidades de este árbol austero y, sobre todo, retiene mejor la humedad que la roca caliza.
El pino del rodeno también se denomina resinero, porque produce abundantes cantidades de esta sustancia para proteger su tronco agrietado de los insectos y reparar heridas. La resina era hasta hace varias décadas la base de una industria extractora de la que solo quedan algunos refugios forestales y vasos colectores de cerámica esparcidos por el suelo.
Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno
El depósito caótico de las rocas, su modelado por la erosión y la cobertura por un frondoso pinar con escaso sotobosque produce un paisaje muy particular. Peñascos aislados, torres rocosas, callejones, viseras y acantilados sobresalen y salpican de color rojo vinoso el verde intenso de un manto forestal casi continuo, en contraste con la gran extensión blanquecina y árida de montañas calizas que lo rodean.
La singularidad de este entorno natural llevó a su declaración como paisaje protegido por decreto del Gobierno de Aragón en mayo de 1995, incluyendo inicialmente 3355 hectáreas que fueron ampliadas en 2007 al doble, repartidas en los términos de Albarracín, Gea de Albarracín y Bezas.
La figura del Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno pretende conservar y difundir este patrimonio natural, regulando su uso y aprovechándolo al mismo tiempo como recurso socioeconómico para el desarrollo de un área rural en declive.
Se inscribe dentro de la figura más amplia del Parque Cultural de Albarracín, que pone en valor otro tipo de patrimonio (urbanístico, histórico o etnográfico) además del geológico y forestal. Sus límites se amplian a los municipios de Tormón, Pozondón y Ródenas. Como uno de sus rasgos más destacados, los abrigos del rodeno, habitados hace milenios, esconden algunas de las principales muestras de arte rupestre levantino.
Tras salir de refilón a la curva de un camino, lo abandonamos inmediatamemte por una suave vaguada que desciende a la pista procedente de la laguna, que seguimos durante un kilómetro escaso. Por un atajo monte a través, se encuentra y se atraviesa la pista de Dornaque justo en arranque del camino que sube ya a Peña la Cruz.
El descenso de la peña tiene lugar fuera de senda por su flanco sur, poco frecuentado también aunque fácil, navegando entre los claros de la vegetación y las moles de rodeno.
Salimos así a un camino forestal que ondula siguiendo los montículos hasta desembocar de nuevo en la pista de Dormaque, por donde continuamos en dirección Tabernillas menos de 500 metros, hasta el desvío al mirador de la Lagunilla. Desde aquí, en cómodo descenso por el Camino de la Mora, alcanzamos la cabecera de la laguna, y desde ella por el GR-10, el punto de partida.
La sombreada senda que remonta el Bricial está muy bien definida, aunque no así su punto de partida desde los campos cercanos al pueblo (Km 1), por lo que también aquí habrá que prestar especial atención al track.
Existen por los alrededores bastantes más rutas para conocer de cerca las sorprendentes formaciones de arenisca, como la de los callejones de Bezas, las Tajadas, los miradores desde Dornaque o el barranco de Ligros, que dejaremos para otra ocasión…
FOTOS: Luz Guillén, Manuel Bellido, Julio Torres